domingo, 7 de marzo de 2010

HOMO SAPIENS SAPIENS!


Los seres humanos constituyen, desde el punto de vista biológico, una sola especie animal: Homo sapiens. Son también llamados genéricamente hombres, aunque ese término se aplica también específicamente a los individuos de sexo masculino, por lo que se propone el uso de términos como ser humano, especie humana y evitar la confusión con el varón. Incluso existe una propuesta para usar términos más neutros de género como humán/humanes.[1]

En el pasado, el género Homo fue más diversificado, y durante el último millón y medio de años incluyó numerosas otras especies. Desde la extinción del Homo neanderthalensis, hace 25.000 años y del Homo floresiensis, hace unos 12.000 años, el Homo sapiens es la única especie viva del género Homo que aún prevalece en el tiempo.

Hasta hace poco, la biología utilizaba un nombre trinomial Homo sapiens sapiens para esta especie, pero más recientemente se ha descartado el nexo filogenético entre el Neandertal y la actual humanidad,[2] por lo que se usa exclusivamente el nombre binomial. Homo sapiens pertenece a una estirpe de Primates, los hominoideos. Evolutivamente se diferenció en África y de ese ancestro surgió la familia de la que forman parte los homínidos.

Filosóficamente, quizá no haya tarea más compleja para la Humanidad que definirse a sí misma, debido a la complejidad que esto representa. Desconocemos los alcances y el destino de nuestra propia especie. El papel del hombre en el Universo es múltiple: como admirador, artífice y como ser que ha procurado, en algún modo, trascender y dejar una impronta o huella en el Universo.

Biología Cuerpo humano Artículo principal: Anatomía humana
El organismo humano, a pesar de su similitud con otros mamíferos superiores, posee el nivel de complejidad más alto y especializado de la escala evolutiva, pues cada órgano, tejido, aparato y sistema, está en compleja interrelación que lo mantiene en equilibrio. Sobre él han surgido a lo largo de la historia movimientos para admirarlo y tratar de comprenderlo, especialmente en la edad del humanismo en Grecia y el Renacimiento europeo.

En cuanto a su locomoción y movimiento, es uno de los más plásticos del reino animal, pues existe una gama infinita de movimientos posibles, lo que le capacita para actividades trascendentes como el arte escénico y la danza, el deporte y un sinnúmero de actividades cotidianas.

La especie humana aún mantiene un notorio dimorfismo sexual en el nivel anatómico, por ejemplo, la talla media actual entre los varones caucásicos (si crecen bien nutridos y con poco estrés) hacia los 21 años es de 1,75 m, la talla media de las mujeres caucásicas en iguales condiciones es de 1,62 m, y los pesos promedios respectivos son de 75 kg y 61 kg respectivamente; aunque así como se ha notado una "tendencia secular" al aumento de las tallas (especialmente durante el siglo XX), muchos indicadores sugieren que es probable desaparezca el dimorfismo sexual en lo que a tallas y pesos respecta.

Véase también: Cuerpo humano, Fisiología humana y Genética humana